*144:No Happy Endings.

Al dejar los caballos volví a la casa y me encontré a todos en el salón. Estaban viendo las noticias.

Anne:Vaya, qué mal. Parece que no podremos ir a Londres hasta dentro de unos días. 

Tu:Que pasa?

Eric:Las carreteras están cortadas. Ha nevado muchísimo a lo largo de la mañana. Nos costó llegar hasta aquí. No se puede ir a Londres.

Entonces vi a Ross. Él tampoco podía volver.

Tu:Ross, lo siento.-le dije acercándome para hablar con él- Yo...

Ross:Esta bien. Al menos tu abuelo pudo traer mis cosas del hotel esta mañana.

De pronto mi abuela nos llamó para comer. No volvimos ha hablar desde entonces. Los siguientes dos días estuve todo el tiempo con Carter. Ross parecía evitarme todo el tiempo. Además, se pasaba las horas con Jessica, que venía cada día en la mañana y no se marchaba hasta tarde. Cada vez que veía a Ross estaba con ella. Charlando, riendo... Solo pensaba en que jamás debí pedirle que me acompañara. Al menos así, si estaba con otra, yo no lo sabría. Y no es que "estuviera con ella". Pero se llevaban tan bien... Y seguramente a Ross le gustaba. Cómo no gustarle? Era la chica perfecta. No podía odiarla porque encima nos habíamos hecho amigas. Era dulce, atenta, considerada, jamás se enfadaba ni levantaba la vez, era preciosa y solo trabajaba allí (ayudando con las tareas de la casa) porque estaba ahorrando para la universidad y para irse a vivir a Alemania. Iba a ser veterinaria. Podía ser más perfecta acaso? Adoraba los animales, era buena persona, bonita... Lo tenía todo y yo no tenía nada que hacer con eso. Para colmo Ross me odiaba. 

Carter:Hey, ___. Estás ahí? Tierra llamando a ___.-las una mano frente a mis ojos, sacándome de mis pensamientos.

Tu:Si. Si. Qué decías?

Suspiró.

Carter:Otra vez pensando en tu príncipe azul?

Tu:Lo siento. Sé que ando muy distraída. Pero...

Carter:Lo sé. Está siendo duro para ti olvidar a Ross. Y más aún teniendo que verlo todos los días, verdad?

Tu:Si-resoplé-Es que... No dejo de pensar en lo estúpida que fui. Tuve que habérselo contado. Se suponía que esta vez las cosas saldrían bien. Esta vez todo estaba siendo perfecto yo fui y lo arruiné. Así. Sin más. Siendo consciente en todo momento.

Carter:___, no puedes culparte por todo. Creías que hacías lo correcto. Creías que así lo protegías. Él habría hecho lo mismo. Y terminará por entenderlo. Solo debes darle tiempo.

Tu:Tiempo? Para cuando salgamos de aquí ya tendrá novia.-agaché la cabeza.

Carter:De qué hablas? Es por Jessica. Sí, tienes razón. Pasan mucho tiempo juntos esos dos. 

Sentí mis ojos cristalizarse y creo que notó que me afectó porque enseguida añadió algo más.

Carter:Pero él te quiere a ti, ___. Créeme. He visto cómo te mira todo el tiempo. Eso no ha cambiado. Te ama. El amor no se va de un día para otro. 

Tu:Gracias. Pero creo que es tarde.

Carter:Los últimos días has estado pensando demasiado. Deberías distraerte. Hacer algo que... Ya se. Por qué no compones algo? Eso siempre te distrae, te calma. 

Tu:Carter ya lo has intentado. No va a pasar. Te lo he dicho. Lo dejo.

Me miró apenado.

Carter:Al menos canta. Vamos, tal vez te haga sentir mejor.

Tu:No puedo. No... No quiero. Es demasiado. Solo... Tengo que  ser fuerte y... Creo que voy a estudiar el guión de la serie, ok? Prefiero estar sola.

Me miró un segundo, con lastima.

Carter:Esta bien, como quieras. Te dejo sola.

Salió de la sala de música. Resulta que mi abuelo tenía una sala de grabación ya que había sido músico antes de retirarse y comprar la granja. 

Era el único sitio tranquilo de la casa ya que Anne y Eric todo el tiempo discutían con mis abuelos y el ambiente no era agradable. 

Me quedé un rato mirando la pecera del estudio de grabación. Quizás Carter tenía razón. Si cantaba... Igual me sentía mejor. 

Entré y encendí el micrófono. Aunque deje el sonido de afuera apagado. Para que solo se escuchara dentro de la pecera. No quería que todos me oyesen. 

Comencé a cantar.

Narra Ross:

Jessica acababa de irse así que subí al cuarto de invitados donde me quedaba con Carter hasta que las carreteras se abrieran. Me senté y saqué de mi bolsillo el anillo que ___ me había devuelto. Me quedé observándolo un rato, jugando con él entre mis dedos. Solo podía pensar en ella, día y noche. La tenía anclada a mi cabeza. A mi corazón. Y no sabía cómo olvidarla. A veces pensaba que me había precipitado. Debía volver con ella? Arriesgarme y confiar? O dejarla ir? Aunque eso había dejado de importar demasiado en los últimos dos días. Se pasaba las horas con Carter. Juntos eran como solíamos serlo nosotros dos. Se reían, bromeaban... Y lo peor era que sabía que Carter era un buen tipo y que si acababan juntos ___ sería feliz. Y era obvio que con el tiempo terminarían juntos. Carter era el chico perfecto. Era atento, se preocupaba por ella, la hacía reír y tenían mucho en común. Pocas veces la había votos abrirse tanto con alguien. Y solo se conocían desde hacía unos meses. Estaba claro que si decidía ahora volver con ella sería tarde.

Me sorprendí al notar una lagrima car por mi mejilla. La aparté rápidamente y salí de la habitación para bajar de nuevo. Tenía que salir y distraerme un rato. Si seguía así... Jamás pasaría página.

Estaba por bajar cuando pase por el lado de la sala de música y vi a __. Estaba cantando pero tenía el sonido apagado fuera de la pecera donde se graba. Estaba muy concentrada como siempre que cantaba y tenía los ojos cerrados. Sin que me viera me acerqué al panel de control y subí el sonido. Era una canción de 5 Seconds Of Summer. Hacia. Tanto que no la oía cantar. Su voz era preciosa y me hacían sentir tan vivo. 

https://youtu.be/6IdB4VPND-c

Entonces noté que alguien abría la puerta y me escondí rápidamente en el armario de los instrumentos. 

Era Carter. 

Carter:Sabía que terminarías cantando.-exclamó nada más entrar. 

Entonces entró en la pecera con ella y no pude oír lo demás que dijo. Solo los vi abrazados.

Tenía que salir de allí inmediatamente. Sin que me vieran me agaché y salí gateando. No podía sentirme más ridículo. Pensar que por un segundo se me pasó por la cabeza la idea de que esa canción podía ser por mi... Que idiota había sido.

Narras tu:

Termine de cantar y Carter entró de pronto.

Carter:Sabía que terminarías cantando.-exclamó.

Entonces me miró con preocupación y se acercó rápidamente al notar que lloraba.

Carter:Hey, estás bien? 

Tu:Si. Yo...-mi voz se quebraba. No podía-F-fui una idiota.

Carter:No digas eso. Ven aquí-me abrazó y le correspondí.

Tu:Lo perdí, Carter. Lo perdí para siempre.-susurre contra su pecho.

Al cabo de un rato, cuando estuve más calmada, bajé al salón. Pero me encontré con Rob y Eric discutiendo. 

Eric:Fue una te quien la echó y la dejo a su suerte!

Rob:Tu la alejaste de mi. Nunca fuiste suficiente bueno para mi hija. Y sigues sin serlo. La pusiste en mi contra y la cambiaste.

Eric:Era usted quien quería tener a un robot por hija. Ella solo decidió ser ella.

Rob:Como te atreves a...

Tu:Bueno, basta!

Estaba harta. Ya había tenido suficiente por un día.

Tu:Dejen de comportarse como ridículos niñatos de cinco años, quieren? Ya tengo suficientes problemas como para que encima tengan que ponerse a armar el escándalo del siglo por algo que pasó hace más de veinte años. Por qué lo admiten de una vez los dos que se equivocaron? Para empezar, abuelo, no tuviste que echar a mamá de casa y dejarla a su suerte. Y tu papá, no debiste hacer que se saltara tantas reglas para verte. Y, ok, eras joven, pero debiste tratar de tener una buena relación con mi abuelo y dar una buena imagen. Ahora. Pueden de una maldita vez dejar de discutir. Anne ya se arregló con la abuela y ella con Anne. Así que dejen de comportarse como gallitos, dejen su ridículo orgullo de lado y sean hombres. 

Se quedaron callados observándome, boquiabiertos. Sin decir más cogí mi chaqueta y salí de la casa. Necesitaba tomar aire un rato.

Pero entonces vi algo me que dejó helada. Fue como si me tiraran un balde de agua encima. Ross y Jessica, se estaban... Se estaba besando! 

Sentí las lágrimas caer por mis mejillas. La vista se me empañó. No podía seguir allí, no viéndolos así. Salí rápidamente corriendo. Sin fijarme siquiera a donde me dirigía. Solo pensaba en desaparecer. Quería desaparecer en ese instante y no tener esa imagen grabada en mis pupilas.