*129:Someday

Tres años después:

Cogí mi maleta de mano y bajé del avión. Por fin había terminado la gira y estaba de vuelta en Los Ángeles. En casa. 

Llevaba una semana entera sin ver a Ross. Había ido un par de días a verme pero con lo del nuevo álbum estaba muy ocupado. 

Habían pasado tantas cosas en los últimos años. Todo era maravilloso. Ross y yo estábamos mejor que nunca. Desde ese año tan duro que pasamos con lo de Madison y tantos problemas entre los dos, las cosas no había hecho más que mejorar. Y, ok, discutíamos de vez en cuando, como era normal teniendo en cuenta lo distintas que eran nuestras personalidades, pero no podíamos estar peleados por más de unas horas. Ahora, de camino a casa, solo podía pensar en lo increíble que era mi vida al lado de Ross. En lo mucho que lo amaba y en que no cambiaría por nada lo que teníamos. 

Por otra parte, Eric y Anne ahora vivían en New York. Iba a verlos muy a menudo. Josh se había casado hacia unos meses y estaba viviendo a las afueras de Los Ángeles. Kim y Rocky... Estaban igual que siempre la verdad. Rocky era demasiado cobarde como para pedirle que se casaran y ella seguía esperando y esperando. Aunque todo el tiempo me decía que en algún momento se cansaría y que Rocky se arrepentiría de no haber actuado a tiempo, sabía que no iba en serio. Ella lo amaba demasiado como para dejarlo. Y sabia que Rocky la amaba, solo que no se atrevía a dar el paso. 

Rydel y Ratliff... Que puedo decir. Eran perfectos juntos. Todo el mundo amaba Rydellington. Eran como los mejores amigos y al mismo tiempo estaban súper enamorados. No podían ser más tiernos juntos.

Wen y Riker... Bueno, eran Wen y Riker. Jamás vi a dos personas ser tan perfectas el uno para el otro. Eran increíbles. Con su optimismo y su felicidad siempre iluminando al otro. No solían discutir y se amaban, con solo mirarlos podía notarse. Ahora, estaban esperando a una pequeña Wendy. Estaba muy feliz por ellos. Iban a ser grandes padres. Lo sabía. No hacía falta más que verlos. Llevaban tres años casados y aún parecía que acabaran de hacerlo. Eran tan felices como el primer día. En ese momento solo pude pensar en que deseaba que las cosas entre Ross y yo fueran así también en el futuro. Que sintiéramos siempre lo mismo que ahora. Y estaba segura de que sería así. Lo conocía desde hace unos seis años y sentía lo mismo que al principio. 

Abrí la puerta de casa. Estaba oscuro. Seguramente Seguía con los chicos trabajando en el álbum nuevo. Cerré la puerta y encendí la luz. Dejé mi chaqueta en el perchero y fui a buscar algo de comer. Estaba agotada y moría por comer algo que no fuera esa asquerosa comida de lo aviones. Estaba a punto de abrir la nevera cuando sentí que unos brazos me agarraban la cintura por detrás. Iba a gritar pero me taparon la boca. 

Pegué un respingo. Asustada. 

XXX:Un día largo, princesa?-me dijo al oído, en seguida supe que era Ross y me relajé. 

Reconocería su voz en cualquier parte, por no añadir que era el único que me llamaba de esa forma.

Me giré para quedar frente a él.   

Tu:Me has asustado-lo miré divertida, aunque pretendiendo parecer molesta.

Ross:Oh, pobre-puso cara de pena.-Ven aquí-me abrazó fuertemente-Te he echado mucho de menos. No sabes cuánto, preciosa. 

Tu:Y yo a ti. Sé que nos vimos hace una semana pero solo fueron un par de días. Han sido tres meses larguísimos. 

Ross:Estas muy cansada? Qué tal si vamos a comer algo afuera. Ya sabes, para celebrar que volviste. 

Tu:Bueno...

Me interrumpió su teléfono.

Ross:Perdona. Tengo que contestar. Es Riker.

Esperé mientras hablaba. Su cara paso de una feliz a sorprendida.

Ross:Como?! Ok. Ok cálmate. Solo... Vamos enseguida.

Colgó aún sin quitar esa cara de asombro.

Tu:Que pasa? A dónde vamos enseguida.

Ross:Riker... Wendy...

Tu:Ross, por favor. Una frase coherente.

Ross:Yo... www. Nosotros... Tenemos que darnos prisa.-me cogió la mano y me arrastró a la salida.

Tu:Hey, espera. Dime que está pasando!

Ross:El bebé.

Tu:El... Oh, Wendy a tenido al bebé!

Ross:Es lo que llevo diciendo todo el tiempo!

Tu:No. Es lo que llevas intentando decir todo el tiempo-remarqué la palabra intentando-Te has puesto súper nervioso y eso que no eres el padre-reí. Se veía adorablemente tierno con esa cara de sorpresa y sin saber muy bien qué hacer.

Ross:Bueno, que más da? Vamos. Quiero verlo.

Al cabo de media hora llegamos al hospital. Nos dijeron donde podíamos ir a ver a Wen, que ya estaba con el bebé. Entramos y todos estaban allí, Rydel, Ratliff, Rocky, Kim, Riker obviamente, Stormie y Mark y los padres de Wen.

Wen:Ross, ___! Por fin llegan. 

Nos acercamos para ver el bebé. Se había dormido.

Ross:Como se llama?

Riker:Megan.

Tu:Es preciosa. 

Wen:Quieren cogerla?

Nos la entrego. Dejé que Ross la cogiera primero. Era el más emocionado. 

La sostuvo un momento y entonces se despertó y comenzó a llorar. 

Ross:Oh, oh.-la meció tratando de calmarla- No llores, bonita. Creo... Creo que mejor te devuelvo con tu mamá.

Se la entregó a Wen y, unos minutos después, ya estaba dormida de nuevo.

Rocky:Se hace tarde. Creo que será mejor que te dejemos descansar, Wen.

Tu:Si. Tienes razón. Vendré mañana a verte-a Wen.

Nos despedimos de todos y volvimos a casa. 

Ross:No puedo creer que sea tío.-dijo de camino, en el auto.

Tu:Lo sé. Te veías tierno cuando la cargabas. Y, Riker. Lo has visto? Cuando cogió a Megan le temblaban las manos. Esta súper nervioso por ser padre pero lo hará genial.

Ross:Tu también te veías emocionada al ver al bebé. Si en el fondo también eres una sentimental, hermosa.

Tu:No es mi culpa. Es que es un amor y me encantan los niños pequeños.

Ross:Bueno, algún día tú también tendrás uno.

Me sonrojé completamente.

Ross:Que? Nunca habías pensado en eso?-se rió un poco viendo mi reacción.

Tu:Bueno... No. A ver, claro que me gustaría tener hijos algún día pero...-me puse más roja aún. Me ponía nerviosa hablar de temas tan serios respecto a nuestra relación. Era... Ok. Era normal. Pero me ponía nerviosa. Nunca había sido buena hablando de cosas profundas y mucho menos de cosas así.

Ross:Que rara eres, ___.-río antes de darme un beso dulcemente.